El año 2025 trae consigo una nueva opción terapéutica para los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) no controlada y caracterizada por una inflamación persistente y altos niveles de eosinófilos en sangre. Este tratamiento está diseñado para aquellos que no han respondido de manera satisfactoria a las terapias estándar, como los broncodilatadores de acción prolongada y los corticosteroides inhalados.
Se trata de dupilumab, un anticuerpo monoclonal que actúa bloqueando la acción de las proteínas responsables de la inflamación tipo 2, un proceso clave en muchas enfermedades respiratorias. Al inhibir estas rutas inflamatorias, el fármaco ayuda a reducir las exacerbaciones y mejora la función pulmonar, proporcionando un enfoque más específico y efectivo para controlar la enfermedad.
Dupilumab representa una nueva esperanza para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con EPOC, especialmente en casos complejos donde los tratamientos convencionales no han sido suficientes. Este avance destaca la importancia de seguir desarrollando terapias dirigidas que aborden los mecanismos específicos de la enfermedad.
¿A quién va dirigido?
Este tratamiento está indicado para adultos con EPOC moderada o grave con niveles elevados de eosinófilos en sangre y que han experimentado exacerbaciones frecuentes a pesar de estar en terapias de mantenimiento con corticosteroides inhalados y broncodilatadores de acción prolongada.
Aprobación y usos adicionales
En 2024, la FDA y la EMA aprobaron el dupilumab como tratamiento de mantenimiento complementario para adultos con EPOC no controlada y con niveles elevados de eosinófilos en sangre. En España ya estaba aprobado y financiado por el sistema de salud para otras patologías relacionadas con la inflamación tipo 2, como el asma grave, la poliposis nasal y la dermatitis atópica. Su incorporación como terapia para la EPOC amplía el alcance de este fármaco en enfermedades inflamatorias.
Resultados clínicos
En estudios clínicos, este tratamiento ha demostrado reducir entre un 30 % y un 34 % las exacerbaciones moderadas o graves en un periodo de 52 semanas, en comparación con el placebo. Además, los pacientes tratados con este fármaco experimentaron mejoras significativas en la función pulmonar, observables desde las primeras semanas de tratamiento, y una prolongación del tiempo hasta la aparición de la primera exacerbación. Estos resultados posicionan el fármaco como una terapia eficaz para aquellos pacientes con EPOC no controlada que presentan necesidades no cubiertas por los tratamientos actuales.