Preguntas frecuentes
¿Cómo puedo saber si tengo EPOC?
Solo un médico podrá confirmarle que sufre EPOC.
Si tiene síntomas como tos persistente, dificultad para respirar con el esfuerzo o sibilancias; y, especialmente, si es o ha sido fumador o ha estado expuesto de forma continuada al humo del tabaco consumido por otras personas, debería consultar con el médico.
El diagnóstico de la EPOC parte fundamentalmente de una prueba de función pulmonar muy sencilla llamada espirometría. El especialista podrá indicar otras pruebas complementarias.
¿La EPOC tiene cura?
La EPOC es una enfermedad crónica y progresiva y, por lo tanto, no tiene cura. Pero con el tratamiento adecuado y un estilo de vida saludable, podemos mejorar su evolución, reducir los síntomas y tener una buena calidad de vida.
Para ello es fundamental acudir al médico en cuanto aparecen los síntomas, para obtener un diagnóstico lo más temprano posible, lo que ayudará a controlar la enfermedad y ralentizar su progresión.
¿Cuál es el pronóstico de la EPOC?
El pronóstico de la EPOC puede variar según la gravedad de la enfermedad, la presencia de comorbilidades y la adherencia al tratamiento. La EPOC es una enfermedad progresiva, pero, con un manejo adecuado, se pueden controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Sin embargo, en casos avanzados, la EPOC puede ser incapacitante e incluso poner en peligro la vida. Por ello es esencial el diagnóstico temprano.
La EPOC ¿puede prevenirse?
La EPOC es una enfermedad prevenible. La prevención primaria de la EPOC implica evitar el tabaquismo y la exposición a otros factores de riesgo ambientales, como la contaminación del aire, tanto exterior como interior.
Para las personas que ya tienen EPOC, dejar de fumar y evitar la exposición a irritantes pulmonares puede ayudar a reducir la progresión de la enfermedad y mejorar los síntomas.
La EPOC ¿es hereditaria?
No, la EPOC no es hereditaria. Es una patología que se desarrolla a lo largo de la vida, especialmente en las personas con historial de tabaquismo. Sin embargo, entre un 2% y un 3% padecen EPOC de origen genético por Déficit de Alfa-1 Antitripsina (DAAT), una condición genética rara asociada a esta patología pulmonar y a enfermedad hepática.
Expertos y organizaciones vinculadas a la salud neumológica recomiendan realizar la prueba para descartar o confirmar este desorden hereditario a todos los pacientes con EPOC, así como a aquellos que tienen familiares con la deficiencia.
El diagnóstico del DAAT es muy sencillo y se realiza mediante un análisis de sangre que permite medir el nivel de la proteína Alfa-1 Antitripsina (AAT) en sangre. Si el resultado indica un nivel bajo de la proteína, se llevará a cabno un estudio genético para determinar el fenotipo.
¿Puedo llevar una vida normal si tengo EPOC?
El paciente afectado por esta enfermedad debe asumir que vivirá con ella y entender que conlleva limitaciones y que, por lo tanto, tendrá que reorganizar sus actividades diarias. Es clave pedir ayuda siempre que se necesite.
Dependiendo del grado, si es adopta un estilo de vida saludable, algún cambio de hábitos y el seguimiento de ciertas recomendaciones, empezando por abandonar el tabaco si se es fumador, se puede disfrutar de una buena calidad de vida.
Es importante introducir en la rutina aspectos como el cuidado de la alimentación, el ejercicio físico, las medidas para prevenir infecciones o la vigilancia de la calidad del aire, así como seguir adecuadamente el tratamiento prescrito y acudir puntualmente a las citas y revisiones médicas programadas.
Y cuidar, también, el aspecto emocional. Padecer una enfermedad crónica puede generar sentimientos de incertidumbre o temor, lo que en muchos casos lleva a cuadros de ansiedad o depresión. El apoyo del entorno, así como la comunicación con el médico son fundamentales para obtener una buena calidad de vida.
¿Puedo hacer ejercicio si tengo EPOC?
No sólo puede, sino que es recomendable. Se ha demostrado que la actividad física contribuye notablemente a ralentizar la disminución de la función pulmonar, además de aumentar la supervivencia.
Siempre bajo asesoramiento médico, lo mejor es escoger una actividad que nos guste y empezar con algunas tan cotidianas como andar, montar en bici o subir escaleras. Se debe de empezar poco a poco, aumentado progresivamente la intensidad para ir adaptándose al aumento del esfuerzo, y siempre considerando las limitaciones que la enfermedad impone al paciente.
¿Tengo que seguir una dieta especial si me han diagnosticado EPOC?
Varios estudios han demostrado que la alimentación tiene una gran influencia en la calidad de vida del paciente con EPOC. Además de no proporcionar los nutrientes adecuados, una mala alimentación puede desembocar en un cuadro de sobrepeso o en uno de desnutrición y cualquiera de los dos influyen muy negativamente en la evolución de la enfermedad.
El médico nos orientará y asesorará para seguir una dieta apropiada en función de nuestras necesidades y situación. Se recomienda una dieta equilibrada, rica en nutrientes y en antioxidantes (como frutas y verduras) y en la que se eviten ciertos alimentos. Deberá estar basada en alimentos integrales, no procesados, bajos en grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sal y azúcares añadidos.
Me han recetado corticoides inhalados, ¿tienen efectos secundarios?
Como ocurre con todos los medicamentos, el uso de corticoides inhalados puede dar lugar a efectos secundarios. Los más habituales son disfonía, tos y candidiasis oral, que pueden evitarse o reducirse enjuagándose la boca después de cada inhalación. Utilizar una cámara de inhalación ayuda a reducir la cantidad de esteroide que quede en la boca y en la garganta, disminuyendo la posibilidad de esos efectos.
En algunos casos, pueden aparecer también manchas rosáceas o hematomas en la piel.
Consulte a su médico si cree estar padeciendo alguno de los efectos descritos.
¿Puedo hacer algo para evitar las agudizaciones?
Es importante conocer la enfermedad para controlarla al máximo y, entre otras cosas, para detectar los desencadenantes y las señales que nos advierten de una posible exacerbación.
Tener una buena comunicación con su médico y obtener información sobre la EPOC de fuentes fiables contribuye a ese conocimiento. Resulta útil también elaborar junto a los profesionales sanitarios un plan de acción.
Para prevenir las agudizaciones es esencial seguir unas recomendaciones básicas, como dejar de fumar si se es fumador, evitar el humo y otros desencadenantes, administrarse la medicación según lo pautado por el médico, seguir una dieta adecuada, llevar una vida saludable y vacunarse para evitar infecciones, especialmente contra la gripe y la neumonía.
¿Puedo optar a un trasplante pulmonar para acabar con mi EPOC?
El trasplante pulmonar puede indicarse en casos de EPOC muy grave, con un gran deterioro del pulmón o pulmones, en los que el tratamiento farmacológico ya no es eficaz.
El neumólogo es quien debe determinar si el paciente es candidato a trasplante, basándose en la valoración del cumplimiento de ciertos criterios y la confirmación de ausencia de contraindicaciones. En caso afirmativo, el paciente será derivado a la unidad de trasplante de referencia en su zona, donde se valorará si es candidato y, en su caso, pasará a lista de espera.
Entre las contraindicaciones para la realización del trasplante se incluyen enfermedad neoplásica, enfermedad pulmonar que con toda probabilidad afectaría al nuevo pulmón, adicción a tóxicos, cesación tabáquica de menos de 6 meses, VIH, Hepatits B o Hepatitis C activas, limitación funcional que impida la rehabilitación postoperatoria, cáncer reciente o disfunción orgánica no corregible.
¿Necesitaré conectarme a una máquina de oxígeno en casa?
El neumólogo puede prescribir tratamiento con oxigenoterapia si el oxígeno que respira no llega a la sangre en cantidad suficiente.
Los equipos de oxigenoterapia permiten obtener concentraciones de oxígeno superiores a las del aire. La terapia puede seguirse en el domicilio del paciente, que tiene la posibilidad de utilizar un equipo portátil, lo que le permite salir y realizar actividades en el exterior.
¿Puedo pedir la incapacidad laboral si me han diagnosticado EPOC?
Tener un diagnóstico de EPOC no supone automáticamente que se pueda acceder a la incapacidad laboral, sino que su reconocimiento dependerá de la fase en la que se encuentre la enfermedad, su gravedad y el grado de incapacitación que le suponga al paciente.
Para solicitar la incapacidad, deberá presentarse un informe médico en el que consten los resultados de la espirometría y de las pruebas de función pulmonar, recomendándose también aportar pruebas de esfuerzo. La decisión se adopta aplicando los criterios establecidos en el capítulo 4 del Real Decreto 1971/1999 sobre los parámetros determinados por el neumólogo en las pruebas médicas.
Los grados de incapacidad que se solicitan habitualmente son:
- Incapacidad Permanente Total para la profesión habitual. EPOC moderada que no permite al paciente realizar su trabajo. Cuando la espirometría da como resultado un Volumen Espiratorio forzado el primer segundo (FEV1) entre el 49% y el 64% y la profesión del paciente requiera la realización de esfuerzos.
- Incapacidad Permanente Absoluta. EPOC grave que no permite al paciente realizar ningún trabajo. Cuando el FEV1 se sitúa por debajo del 35% o entre el 33% y el 49% con comorbilidades demostradas que impliquen afectación funcional.
Para el reconocimiento de la incapacidad, el paciente deberá cumplir, además, otros requisitos no médicos como estar dado de alta en la Seguridad Social, no encontrarse en edad de jubilación y haber cotizado un mínimo de años.
Existen asesorías especializadas en la solicitud de incapacidad laboral por enfermedad. EPOC España tiene un acuerdo con una asesoría jurídica especializa que puede orientarle y ayudarle a tomar la decisión.
¿Puedo viajar si tengo EPOC?
Viajar con EPOC es posible, siempre que se planifique con anticipación y adopte precauciones para garantizar un viaje seguro y cómodo.
Antes de viajar, es fundamental hablar con el médico para asegurar de que se está lo suficientemente estable como para viajar y para obtener recomendaciones específicas según la situación médica.
Es importante también preparar todos los medicamentos que tiene prescritos y llevarlos en cantidad suficiente para los días que se va a estar fuera de casa. Se recomienda también llevar el último informe médico del que se disponga, así como descripción del tratamiento farmacológico, para facilitar la atención sanitaria en caso de necesidad.
Los pacientes oxígeno dependientes debe comunicar sus planes a la empresa suministradora para que le ayuden a encontrar un proveedor de oxígeno en el destino, o en caso de que necesite más oxígeno durante el viaje. Si necesita usar oxígeno en el tren o en el avión, deberá comunicarlo también a la compañía ferroviaria o aérea días antes del viaje. Si utiliza concentradores de oxígeno que funcionan a batería, hay que asegurarse de llevar las suficientes para cubrir el trayecto.