Revisiones médicas
Para conseguir un buen control de la EPOC es imprescindible acudir a todas las consultas y revisiones programadas por nuestro médico. Solo así podremos hacer un seguimiento adecuado de la evolución de la enfermedad, ajustar el tratamiento si es necesario y corregir desajustes. Hay que tener en cuenta que la función pulmonar suele empeorar con la evolución natural de la EPOC, por lo que ese seguimiento regular es fundamental.
Frecuencia de las revisiones
La frecuencia de las revisiones periódicas depende de la gravedad de la enfermedad, de la fase en que se encuentre en cuanto a estabilidad, de la eficacia percibida del tratamiento y de si se han sufrido exacerbaciones.
No obstante, las guías recomiendan al menos un control anual para los pacientes con EPOC leve y estable, en el que se valore la función pulmonar mediante espirometría, revisar el tratamiento y modificarlo si procede. En los casos de EPOC moderado, la frecuencia mínima recomendada es de una revisión cada 6 meses y de tres veces al año para los pacientes los pacientes con EPOC grave.
Además, todo paciente que sufre una exacerbación debería tener una revisión y otra al terminar la misma para documentar que ha vuelto a su situación previa. Asimismo, cuando se experimentan síntomas nuevos o un incremento de los habituales, el paciente debe acudir a revisión.
Prepara la cita médica
Tan importante como acudir a las consultas y revisiones previstas es prepararlas bien. Está demostrado que prepararlas previamente mejora la relación médico-paciente, contribuye a un mejor conocimiento de la enfermedad por parte del paciente y solventa todas las dudas que se presentan en el día a día. Además, proporciona una información al médico más fiable y completa, lo que facilita el seguimiento por parte del facultativo y la adherencia a los tratamientos.
Llevar un registro de todos los aspectos importantes en relación con la patología, es una manera muy útil y sencillo de ayudar al paciente a preparar adecuadamente las consultas. Se trata de preparar un documento simple y de fácil uso, en el que anotar cuestiones como la frecuencia de administración de sus tratamientos, la percepción sobre su eficacia, la regularidad de los síntomas y agudizaciones o la incidencia de factores externos en las agudizaciones, entre otras