Comorbilidades

Los pacientes con EPOC tienen altas posibilidades de padecer otras enfermedades asociadas, las llamadas comorbilidades. Esto se debe a que la EPOC y esas patologías comparten factores de riesgo como el tabaquismo y el sedentarismo, además de a la inflamación sistémica, a condiciones genéticas y a otras causas como el envejecimiento.

Se estima que más del 80 % de las personas con EPOC presentan al menos una comorbilidad.  No obstante, actualmente esas comorbilidades están muy infradiagnosticadas, debido, principalmente, al propio infra diagnóstico de la EPOC, la coincidencia de síntomas y la ausencia de protocolos específicos para su detección.

Entre las comorbilidades más frecuentemente asociadas a la EPOC destacan la patología cardiovascular (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca o ictus), la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la insuficiencia renal, la osteoporosis, enfermedades psiquiátricas (ansiedad y depresión), el deterioro cognitivo, la anemia y neoplasias, especialmente el cáncer de pulmón. Pueden concurrir, además, otras enfermedades respiratorias como asma, bronquiectasias o apnea del sueño.

Es importante que los pacientes con EPOC sean evaluados y tratados no solo por su enfermedad pulmonar, sino también por estas comorbilidades, ya que interactúan entre ellas dificultando su diagnóstico y tratamiento, y empeorando el pronóstico. Al mismo tiempo, la EPOC empeora el pronóstico de las otras patologías. Es preciso identificar y evaluara esas otras patologías además de la epoc, para poder aplicar un tratamiento integral.

Las comorbilidades se asocian a un aumento de las exacerbaciones de la EEPOC. Además, pueden presentar los mismos síntomas que una agudización, lo que dificulta su manejo y aumenta su gravedad. Asimismo, se asocian a un mayor riesgo de hospitalización.