Actualidad

EPOC y pseudoterapias: los riesgos reales de los tratamientos sin evidencia

24 de junio de 2025 | Noticias

Las pseudoterapias están catalogadas por el Ministerio de Sanidad y diversas sociedades médicas como prácticas sin base científica. Aún así, su uso ha crecido en los últimos años, en parte por su difusión en redes sociales y su fácil acceso, presentándose como alternativas milagrosas, “naturales” o menos agresivas. Muchas de estas prácticas generan una falsa sensación de control y bienestar, y pueden llevar a los pacientes a abandonar o posponer sus tratamientos.

Un ejemplo reciente de los riesgos asociados a las pseudoterapias es el caso de una mujer hospitalizada tras ingerir MMS, una supuesta “solución mineral milagrosa” que en realidad contiene dióxido de cloro, un compuesto similar a la lejía. Este producto, promovido en redes sociales como método de “purificación del cuerpo”, le provocó hemorragias intestinales severas. Fue administrado siguiendo las indicaciones de un grupo que defiende su uso como alternativa para tratar enfermedades crónicas. Situaciones como esta evidencian las graves consecuencias que pueden tener estos productos, incluso cuando se presentan como remedios inocuos o naturales.

Recientemente, también se han detectado anuncios de supuestos “sanadores” que ofrecen curas presenciales y a distancia para enfermedades crónicas como el asma o la EPOC. Estas intervenciones, sin respaldo clínico alguno, suelen circular en redes sociales o a través de grupos de pacientes, donde pueden generar confusión o falsas expectativas. Es importante extremar la precaución ante este tipo de mensajes. Estos “remedios” no sólo carecen de evidencia científica, sino que pueden poner en riesgo la salud de quienes los siguen.

Según la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), estas prácticas podrían estar relacionadas con entre 1.200 y 1.460 muertes anuales en España en 2019.

Más allá de su ineficacia, las pseudoterapias implican el riesgo añadido de distraer del tratamiento real. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2018 un 5 % de la población española había sustituido tratamientos médicos por estas prácticas. En el caso de personas con EPOC, esta tendencia puede traducirse en un aumento de las exacerbaciones, una mayor pérdida de función pulmonar y más ingresos hospitalarios, al relegar terapias clave como la broncodilatación, la oxigenoterapia o la rehabilitación respiratoria.

Entre los tratamientos de eficacia no demostrada más difundidos en patologías respiratorias se encuentra la homeopatía. Aunque su evaluación formal por parte del Ministerio todavía no se ha resuelto, sí está incluida dentro del plan de análisis de terapias sin evidencia científica (CoNprueba), lo que indica que se considera una práctica de dudoso resultado. A menudo presentada como un complemento inocuo, la evidencia científica global disponible señala que no existen pruebas sólidas que respalden su eficacia. Además, algunos preparados homeopáticos pueden resultar inseguros por su mala formulación o por contener sustancias no controladas. En personas con EPOC, recurrir a este tipo de productos puede generar retrasos en tratamientos efectivos, con el consiguiente riesgo de empeoramiento clínico, descompensaciones o ingresos hospitalarios evitables.

Otro caso es el de las terapias con células madre, que se han promovido como una posible cura regenerativa para la EPOC. A pesar del interés científico, los estudios realizados hasta hoy no han demostrado beneficios clínicos claros ni seguridad a medio o largo plazo. La FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) ha advertido de posibles efectos adversos graves, como formación de tumores o reacciones inmunológicas. Estas terapias sólo deben considerarse dentro de ensayos clínicos regulados, nunca en consultas privadas sin supervisión ni garantías.

Ante este escenario, el Ministerio de Sanidad, en colaboración con la Organización Médica Colegial, ha clasificado ya más de 70 técnicas como pseudoterapias y continúa evaluando otras 66. Muchas de ellas están directamente relacionadas con supuestos beneficios para el sistema respiratorio. Campañas como #EsPopularPeroNoCiencia o Salud con evidencia promueven una información veraz para prevenir engaños.

Si padeces con EPOC, mantén tus broncodilatadores, corticoides inhalados, vacunas, rehabilitación respiratoria y oxígeno según la pauta de tu neumólogo. Y ante cualquier suplemento o propuesta alternativa, consulta siempre con tu equipo médico. Algunos productos pueden interferir con tu tratamiento o generarte una falsa esperanza. No hay soluciones mágicas, pero sí hay opciones reales, seguras y con respaldo científico.

Fuentes: