La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una de las patologías respiratorias para las que la vacunación contra la gripe está más firmemente recomendada por las principales guías clínicas internacionales, como GOLD y GesEPOC.
Los pacientes con EPOC son especialmente vulnerables a infecciones respiratorias, que pueden desencadenar exacerbaciones graves —episodios de empeoramiento súbito de la disnea, la tos o el esputo—. En España, la gripe ocasiona cada año más de 52.000 hospitalizaciones, y se estima que los virus respiratorios están detrás de tres de cada diez exacerbaciones en pacientes con EPOC. Además, una hospitalización por una reagudización grave puede tener un impacto prolongado en la evolución de la enfermedad, aumentando el riesgo de fallecimiento en los años posteriores.
Cobertura insuficiente
A pesar de la evidencia científica y de las recomendaciones de las autoridades sanitarias, la cobertura vacunal sigue siendo baja entre los grupos de riesgo. El objetivo oficial del Ministerio de Sanidad y de la OMS es alcanzar una cobertura del 75% en personas mayores y con enfermedades crónicas, pero las cifras actuales están lejos de ese umbral.
En la campaña 2024-2025, la vacunación frente a la gripe en mayores de 64 años alcanzó solo el 58,5%, frente al 66% del año anterior. En el grupo de 60 a 64 años, la cifra descendió al 30,4%. Y, específicamente, se estima que solo el 43% de los pacientes con EPOC mayores de 65 años se vacunan anualmente contra la gripe.
Por qué muchos pacientes no se vacunan
Diversos factores contribuyen a esta baja adhesión. Un sondeo de EPOC España mostró que casi uno de cada cinco pacientes (17,8%) manifiesta desconfianza hacia las vacunas, alegando dudas sobre su eficacia o temor a efectos secundarios.
A esto se suma la “fatiga pandémica”, que ha generado una falsa sensación de menor riesgo frente a las infecciones respiratorias, y la falta de recomendación médica activa en algunos casos.
Vacunarse salva vidas
La vacunación anual frente a la gripe es una de las medidas más eficaces y seguras para proteger la salud respiratoria. Los estudios demuestran que puede reducir hasta en un 50% las exacerbaciones graves en personas con EPOC y disminuir de forma significativa las hospitalizaciones y la mortalidad.
Además, vacunarse no sólo protege a quien recibe la dosis, sino también a su entorno cercano: familiares, cuidadores y otros pacientes vulnerables.
Más allá de la gripe: una estrategia integral de protección
La vacunación frente a la gripe debe integrarse en una estrategia global de prevención. Las guías recomiendan también otras inmunizaciones importantes para las personas con EPOC:
- Vacuna antineumocócica: reduce en torno a un 30% el riesgo de hospitalización por neumonía.
- Vacuna frente al COVID-19: disminuye las formas graves de la enfermedad.
- Vacuna frente al virus respiratorio sincitial (VRS): previene infecciones que pueden agravar la EPOC.
La vacunación es una medida preventiva fundamental y un acto de responsabilidad. Las personas con EPOC deberían revisar su calendario vacunal con su equipo médico y asegurarse de recibir las dosis recomendadas cada año.
Fuentes:
