El presidente de EPOC España y vicepresidente de FENAER, Iñaki Morán, ha participado en la presentación de la iniciativa “Aire que impulsa”, un proyecto impulsado por GSK en colaboración con las principales sociedades científicas de atención primaria y asociaciones de pacientes respiratorios con motivo del Día Mundial de la EPOC.
“Aire que impulsa” es un proyecto itinerante que ha recorrido ciudades como Málaga, Vigo, Alicante, Granada y Valencia mediante una furgoneta informativa diseñada para acercar la salud respiratoria a la población. Su propósito es promover la detección temprana, sensibilizar sobre la función pulmonar y explicar el impacto del asma y de la EPOC cuando no se diagnostican a tiempo.
Durante su intervención, Iñaki Morán habló también como paciente e intentó exponer desde esa perspectiva lo que supone convivir con esta enfermedad crónica. Subrayó la importancia de combatir el infradiagnóstico y de reforzar la espirometría en atención primaria:
“Muchas personas tardan años en saber qué les ocurre. En muchos casos, los síntomas se normalizan porque se es fumador o porque se atribuyen a la edad o al cansancio. El retraso en el diagnóstico es una losa, porque cuanto antes se detecta, más años se pueden conseguir con buena calidad de vida”.
Morán destacó igualmente el impacto funcional y emocional de la EPOC en la vida diaria, desde las limitaciones para realizar actividades cotidianas hasta las repercusiones en el entorno laboral y social. En su intervención insistió en la necesidad de abordar la salud mental y en el papel esencial de los cuidadores:
“La EPOC no es sólo un problema físico, sino también mental. El paciente necesita escucha, comprensión y herramientas emocionales para convivir mejor con la enfermedad”.
Asimismo, recordó que la enfermedad no siempre está vinculada al tabaco, y que también pueden intervenir factores hereditarios, exposición a contaminación ambiental o laboral, o ser fumador pasivo. En este sentido, insistió en la importancia de las campañas de sensibilización para reducir el estigma:
“Cuando los medios habléis más de esta enfermedad, cuando la gente se aprenda las siglas, dejaremos de ser invisibles”.
En su cierre, Morán quiso trasladar un mensaje optimista para las personas que conviven con EPOC:
“La EPOC cambia la vida, pero no la borra. Con diagnóstico precoz, buenos tratamientos, fisioterapia, ejercicio y apoyo familiar y social, se puede vivir bien, con dignidad y con propósito”.
*Imagen: Diario ConSalud
