El Ministerio de Sanidad ha presentado un documento de recomendaciones para una prescripción sostenible de inhaladores, en el que establece que cualquier decisión sobre la elección de estos dispositivos debe tomarse de forma individualizada y consensuada con el paciente. EPOC España se suma a esta decisión y celebra que, tal y como han venido defendiendo los pacientes respiratorios afectados, se imponga el criterio clínico sobre el medioambiental, garantizando así el control óptimo de la enfermedad.
Desde EPOC España consideramos fundamental que la transición hacia una prescripción sostenible sea equitativa, segura y centrada en el paciente. Coincidimos también con el Ministerio en que no se debe estigmatizar a los usuarios por sus necesidades clínicas y que el mejor inhalador es aquel que permite un adecuado control de la enfermedad, favorece la adherencia y minimiza los efectos secundarios.
El documento presentado por Sanidad destaca que los inhaladores son medicamentos no sustituibles sin la autorización expresa del profesional sanitario y desaconseja el cambio de dispositivo en pacientes clínicamente controlados por motivos exclusivamente medioambientales. Asimismo, recomienda la prescripción de dispositivos con menor huella de carbono para nuevos pacientes sólo cuando su edad, características y situación clínica lo permitan.
Diagnóstico, uso correcto y reciclaje
EPOC España valora que el documento también coincida en la Asociación en la necesidad de combatir el infradiagnóstico y mejorar la educación de los pacientes en el uso correcto de los inhaladores. Un adecuado manejo del tratamiento reduce la necesidad de inhaladores de rescate, visitas a urgencias y hospitalizaciones, “todas ellas situaciones con un alto impacto medioambiental”. Además, apoyamos la concienciación sobre el reciclaje de inhaladores agotados a través de los puntos SIGRE habilitados en farmacias.
Desde EPOC España, abogamos por apoyar e incentivar la innovación farmacológica para desarrollar soluciones de inhaladores con envase a presión sostenible, manteniendo las características de los pMDI, pero con menor impacto ambiental. La previsión es optimista y estos nuevos propelentes podrían estar disponibles muy pronto, entre 2025-2026, pero hasta que esas nuevas alternativas estén disponibles, se debe aplicar el criterio clínico en cualquier decisión sobre tratamientos médicos.
